Más allá de la cirugía: cómo construimos una experiencia integral de alargamiento de piernas

El Dr. Yurttaş y una fisioterapeuta en el centro de rehabilitación durante el tratamiento de alargamiento de piernas

Cuando la gente piensa en el alargamiento de piernas, la mayoría imagina la cirugía en sí: el proceso de ganar estatura, los dispositivos metálicos, el hospital. Y tiene sentido. La operación es un gran paso.

Pero con el tiempo, aprendimos algo clave: la cirugía es solo una pequeña parte de todo el proceso. Es como construir los cimientos de una casa. Claro que es importante. Pero si te quedas solo con eso, dormirás bajo las estrellas. Sin paredes. Sin techo. Sin espacio para respirar.

Así que no nos quedamos solo con los cimientos. Diseñamos todo lo demás: un espacio acogedor, una rutina clara, un sistema real de apoyo. Y eso, honestamente, lo cambia todo.

Vamos a mostrarte cómo lo hicimos.

No llegamos a este punto por prueba y error. Desde el principio teníamos la experiencia médica. Sabíamos operar, manejar complicaciones, controlar la consolidación del hueso, todo eso.

Pero lo que marcó la diferencia fue ver lo que otros no ven.

Puede que no lo esperes, pero lo que más complica a algunos pacientes no es el dolor, sino el aburrimiento. La soledad. O no saber cómo tomarte tus medicamentos cuando estás agotado/a.

Por eso, creamos algo que no solo trata tus piernas, sino que acompaña todo tu proceso.

Desde el primer mensaje hasta tu recuperación en casa, nuestro sistema está pensado para no dejar cabos sueltos. No se trata de darte una fecha de cirugía y que te las arregles. Es un paso a paso real, con atención médica, información clara y apoyo constante.

Cada etapa conecta con la siguiente. Así, nunca te quedas sin saber qué viene después.

equipo médico de alargamiento de piernas

Muchos dicen que ofrecen “acompañamiento”. Pero la realidad es que se reduce a unos formularios y alguien que quizá te devuelva la llamada.

Con nosotros, es distinto.

Estamos contigo antes, durante y después de la cirugía. Nuestro equipo de seguimiento está presente y responde en tiempo real. No es un sistema teórico. Es algo que funciona en la vida real.

Cuando nos escribes por primera vez, ya formas parte del equipo. Nos tomamos el tiempo para conocer tus metas, responder con sinceridad y explicarte lo que puedes esperar.

Te damos una guía de preparación completa, desde los medicamentos hasta la parte mental. Incluso ofrecemos un recorrido virtual para que, cuando llegues, ya sientas familiaridad con todo.

Cinco pacientes de alargamiento de piernas durante un paseo en Estambul

Viajar a otro país para una cirugía puede sentirse abrumador. Por eso, te esperamos en el aeropuerto. Sin confusiones. Sin que estés solo/a. Un miembro del equipo está allí, sabe tu nombre, y te acompaña.

Al llegar al hotel, te ayudamos a instalarte, te damos un recorrido por el centro de rehabilitación, y te presentamos al equipo. Conoces dónde harás tus ejercicios, cómo se organiza tu rutina y qué esperar en el día a día.

Y, por supuesto, empiezas a conectar con otros pacientes. Algunos están comenzando como tú. Otros ya van más avanzados. Esa conexión humana, en silencio o en conversación, te hace sentir parte de algo.

El Dr. Yurttas revisa la estructura ósea antes de la cirugía de alargamiento de piernas

Antes de cualquier intervención, nos aseguramos de que estés listo/a médica y físicamente. Hacemos análisis de sangre, radiografías, estudios según tu caso, para confirmar que todo está bien.

También tienes una consulta presencial con el Dr. Yurttas. Él revisa tu estado general, te examina, y te explica el plan con calma. Sin prisas. Sin respuestas a medias.

Queremos que entiendas lo que vas a vivir. Que tengas claridad, no incertidumbre.

Después de una exitosa cirugía de alargamiento de piernas, el Dr. Yuksel Yurttas

Cuando llega el momento, ya conoces al equipo. Ya has hablado, preguntado, entendido. No hay sorpresas. Estás listo/a.

El Dr. Yurttas realiza personalmente cada cirugía, usando métodos como Precice 2 o LON según tu caso. Con más de 25 años de experiencia, estás en manos de alguien que ha hecho esto muchísimas veces.

Te quedas en el hospital unos cinco días. Pero no estás solo/a con un botón de llamada.

Tienes un asistente contigo las 24 horas. Te ayudan a moverte, comer, tomar medicamentos, lo que necesites. Empezamos con movimientos suaves para que tu cuerpo no se ponga rígido.

Y también te entrenamos desde el principio para usar el dispositivo de alargamiento. No solo te lo explicamos: lo practicas con nosotros hasta sentirte seguro/a.

Cuando estás listo/a, te trasladamos al centro de rehabilitación en ambulancia privada. Con acompañamiento en todo momento. Sin huecos. Sin caos.

Una vez en el centro, arranca la fase diaria de alargamiento. Aquí es donde empieza la verdadera rutina.

El centro tiene 500 m² y está dentro de nuestro hotel asociado. Lo diseñamos, lo construimos y lo operamos nosotros. No es un espacio improvisado. Es un lugar pensado para tu comodidad y estabilidad mental durante esta etapa intensa.

Cada habitación tiene una pequeña cocina. Puedes prepararte algo rápido, guardar tus snacks o tomar un té. También hay una cocina común si te apetece cocinar con otros o simplemente compartir el momento. Café y té están siempre disponibles.

Hay zonas para leer, trabajar, ver Netflix, jugar en la PS5 o simplemente descansar. Y, poco a poco, vas adaptándote al ritmo: alargar, estirar, recuperar. Pero sin sentirte presionado/a. Y sin sentirte solo/a.

Desde el primer día, nuestros fisioterapeutas evalúan tu estado: dolor, movilidad, flexibilidad, ánimo. Y con eso, arman un plan que se ajusta a ti, no al calendario.

Tienes cinco sesiones privadas por semana. Usamos terapia manual, electroterapia, punciones secas, hidroterapia, cupping, percusión, estiramientos, ejercicios de marcha, corrección postural… Y cuando estés preparado/a, Pilates Reformer y ejercicios de fuerza.

No se trata solo de crecer. Se trata de recuperar fuerza, equilibrio y confianza.

Durante toda la fase de alargamiento, te monitorizamos cada día. Una enfermera revisa tus signos vitales, heridas, medicamentos, y todo lo que haga falta. No tienes que pedirlo: ya es parte de tu rutina.

Cada semana, el Dr. Yuksel Yurttas te visita para ver cómo vas. Revisa tus radiografías (las hacemos allí mismo, con unidad móvil), y ajusta lo necesario.

Si algo no se siente bien, lo dices. Y actuamos de inmediato. Así evitamos complicaciones antes de que aparezcan.

Pacientes de alargamiento de piernas disfrutan de una cena en Estambul

La energía para recuperarte viene de lo que comes. Pero eso no significa que todos tengan que comer lo mismo.

Cada mañana hay desayuno saludable en el hotel. Pero si no te gusta ese estilo, puedes bajar al centro de rehabilitación y desayunar allí. Muchos pacientes lo prefieren. Es más social. Más cálido.

El resto del día es libre. Puedes pedir comida de restaurantes, hacer compras online, cocinar en tu habitación o usar la cocina común.

No imponemos dietas. Pero si quieres orientación, puedes hablar con la nutricionista del hospital o recibir recomendaciones del equipo médico según tu caso.

Comes lo que te hace bien. Y si necesitas ayuda, la tienes.

Fuera de tus sesiones programadas de fisioterapia, te damos rutinas personalizadas para hacer por tu cuenta. Mañana, noche, cuando quieras. Tú decides.

Algunos días tendrás energía. Otros, quizá pasaste mala noche y solo necesitas descanso. Todo eso también es parte del proceso.

No estamos para presionarte. Estamos para acompañarte. Si un día necesitas ir más lento, está bien. Si quieres hacer más, también. Nos adaptamos a ti.

Y si en algún momento te sientes perdido/a, nuestros fisioterapeutas están cerca. Listos para ayudarte.

Pacientes de alargamiento de piernas se divierten y hacen un recorrido juntos

Esto nadie lo espera, pero muchos lo destacan: la gente que conoces.

Cada paciente tiene su propia habitación. Pero fuera de ella, hay vida compartida. Conoces personas de distintos países, con historias similares, en distintos puntos del proceso. Algunos vienen solos. Otros con sus seres queridos. Pero todos comparten algo.

A veces se juntan a tomar café, ver una serie, salir a pasear o simplemente hablar. Y sin que nadie lo fuerce, se forman amistades reales.

Esas conexiones, muchas veces, son las que hacen la diferencia.

Lo que parece pequeño, muchas veces es lo que se queda en la memoria.

Un rincón tranquilo para leer. Una comida que te hace sentir en casa. O alguien que cada mañana te llama por tu nombre y sabe cómo te gusta el café.

No son extras. Son parte del cuidado real. Porque mientras alargas tus piernas, esos detalles cambian cómo te sientes cada día.

Desde fuera, todo se parece: mismos dispositivos, mismas técnicas, mismas promesas.

Pero al vivirlo, ves que no es igual.

El alargamiento de piernas no es solo una cirugía. Es algo físico, mental y emocional. Y sin un entorno que entienda eso, se hace cuesta arriba.

Por eso hicimos lo que hicimos.

Desde la primera consulta hasta la rehabilitación, cada parte está conectada. Nada se improvisa. Nada es solo por apariencia.

No ofrecemos un procedimiento. Te acompañamos en todo el camino. Para que no solo crezcas en altura, sino también en confianza y bienestar.

Un paciente feliz de cirugía de alargamiento de piernas celebra su éxito

Si estás pensando en alargamiento, lo mejor es que lo veas por ti mismo/a.

Puedes visitarnos, recorrer el centro, hablar con pacientes, conocer al equipo. Sin presiones. Solo para sentir lo que se vive aquí.

Muchos nos dicen que el momento en que todo hace clic es cuando ven el ambiente con sus propios ojos. Cuando entienden que no se trata solo de la cirugía. Se trata de todo lo que pasa antes y después. Cada día.

Y si quieres venir, aquí estamos.

Si estás pensando en este tratamiento, no te preguntes solo: “¿Dónde me opero?”

Pregúntate: “¿Quién va a estar conmigo cuando más lo necesite?”

¿Quién me va a acompañar cuando esté cansado/a, con dudas, o simplemente con ganas de rendirme?

Porque eso es lo que realmente importa.

Y eso es lo que construimos.

Un sistema real, pensado en ti. Para cuidarte de verdad. Sin interrupciones. Sin discursos vacíos.

Y si estás listo/a, aquí estamos.

¡Descubre las posibilidades! Hablemos.